Manuales de escritura, siglos XVIII al XX
A principios del siglo XVIII se desató una gran polémica entorno a la enseñanza práctica de la caligrafía tras la publicación del Arte nuevo de escribir por preceptos geométricos y reglas matemáticas (1719) del matemático Juan Claudio Aznar de Polanco. Hasta entonces los manuales de caligrafía, , particularmente en el mundo hispánico, se habían enfocado en el establecimiento de una distribución funcional del tipo de escritura por uso específico, registrando un marcado interés por la bastarda (como se puede apreciar en el manual de Francisco Lucas y su Arte de escreuir , de 1580).
La obra de Aznar de Polanco expresaba su característico afán de racionalizar el trazado de las letras y un interés por la geometría que se confirmaría unos años después con sus dos Discursos curiosos, el primero sobre el valor de los números del guarismo (1723) y el segundo para facilitar el trabajo de los aforadores (1734) o tasadores de vino. Esta propuesta dio pie a reacciones virulentas como el Manifiesto del error dissimulado entre mathematicas verdaderas sobre el arte de escrivir de Manuel Díaz Bustamante (1731) y a un posicionamiento de todos los autores posteriores a favor o en contra, lo que fue más a menudo, de las ideas de Aznar de Polanco.
Referencia: 53236. Juan Claudio Aznar de Polanco (1663-1736). Arte nuevo de escribir por preceptos geometricos y reglas matematicas. En Madrid : Vendese en su casa en la Calle de la Zarza donde tiene su Escuela, ..., 1719, (En la Imprenta de los Herederos de Manuel Ruiz de Murga, à la Calle de la Habada).
L’Encyclopédie, la gran empresa de sistematización del conocimiento llevada a cabo por Diderot y D’Alembert formó parte de la biblioteca puesta a disposición de los estudiantes poblanos de finales del siglo XVIII, al menos parcialmente, y a pesar de los reparos de las jerarquías católicas, reacias a la llegada de ideas que podían rayar en lo libertino.
A través de sus grabados (contenidos en volúmenes separados del texto), los colegiales podían vislumbrar los instrumentos, mecanismos y detalles diversos de las “ciencias y artes” contemporáneas, como las replicadas aquí, en las que se ilustraba lo relativo a la escritura.
Referencia: 48317. Denis Diderot (1713-1784). Recueil de planches, sur les sciences, les arts libèraux, et les arts mèchaniques, avec leur explication. Tomo 2, Parte 1. Paris : Chez Briasson, rue Saint Jacques, à la Science; chez Davil, rue & vis-à-vis la Grille des Mathurins,: Le Breton ..., rue de la Harpe; Durand, rue du Foin vis-à-vis la petite Porte des Mathurins, 1763.
Junto con los volúmenes de grabados de La Enciclopedia, los colegiales poblanos podían consultar el manual del italiano Domenico Servidori (¿1724?-1790), titulado Reflexiones sobre la verdadera arte de escribir, publicado en Madrid por la Imprenta Real, en el que el autor se dio a la tarea de trazar los pormenores evolutivos de los calígrafos que lo precedieron y ofrecer, mediante la excelencia de su manejo de la pluma aprendido con sus maestros italianos antes de su llegada a España, probablemente en la corte de Carlos III, muestras de gran belleza de la escritura y una ligera crítica a la bastarda erigida en modelo escritura insoslayable para el ámbito hispánico por Santiago Palomares en su Arte nueva de escribir inventada por el insigne Maestro Pedro Díaz Morante e ilustrada con muestras nuevas y varios discursos conducentes al verdadero magisterio de las primeras letras.
Referencia 1545. Domingo María de Servidori (¿1724?-1790). Reflexiones sobre la verdadera arte de escribir. Tomo I. Madrid : en la Imprenta Real, 1789.
Blandiendo los mismos argumentos de sus antecesores, Torcuato Torío de la Riva en su Arte de escribir por y con muestras… (editado por primera vez en 1798) dio cuenta, al modo de Servidori, de la historia de la escritura en España y Europa, al tiempo que proponía a sus lectores láminas que mezclaron el análisis geométrico de trazos (al modo del muy criticado Aznar de Polanco) y la puesta a disposición de ejemplos para copiar.
El principal valor de su tratado consiste en ser un muy completo compendio de primera enseñanza. Aunque la mayor parte del tratado está dedicado al arte de la escritura, en él se incluyeron también algunos capítulos muy extensos dedicados a materias como la ortografía, la gramática, la aritmética o la urbanidad.
Tanto el tratado de Santiago Palomares como el de Torío constituyeron un verdadero renacimiento de la caligrafía española. Torío de la Riva llegó a ser protegido de Carlos IV por lo que su método lograría difundirse muy rápidamente. En seguida fue adoptado en las Escuelas Pías, en parte debido a su calidad, por ser continuador de Palomares y es posible que influyera también el hecho de que Torío hubiese sido uno de sus antiguos alumnos.
Utilizó para sus láminas plantillas de cuadros que permiten trazar con agilidad las letras inclinadas, las que serían empleadas posteriormente por los maestros y estudiantes de la Academia de Educación y Bellas Artes de Puebla, institución que albergó el ejemplar aquí expuesto.
Referencia 80405. Torcuato Torío de la Riva y Herrero (1759-1820). Arte de escribir por y con muestras, segun doctrina de los mejores autores antiguos y modernos, estrageros y nacionales : acompañado de unos principios de aritmética, gramática y ortografia castellana, urbanidad y varios sistemas para la formacion y enseñanza de los principales caractéres que se usan en Europa. Madrid : en la Imprenta de la Viuda de Don Joaquin Ibarra, 1802.
La aparición del plumín de acero en las primeras décadas del siglo XIX, contribuyó notablemente a la expansión de la letra copperplate, pues se resultaba un instrumento adaptado especialmente a este tipo de escritura, producto de la Revolución Industrial fabricado en serie y concebido como objeto desechable. Su fabricación masiva favoreció el desarrollo y la difusión de la letra inglesa en detrimento de otras escrituras a las que se adaptaba peor. La férrea educación victoriana sometió a los niños a un riguroso aprendizaje de este estilo de escritura, a partir de muestras grabadas a buril que a menudo resultaba imposible imitar con la pluma.
La difusión del método ‘espenceriano’ a finales del siglo XIX contribuyó todavía más a la popularización de la escritura inglesa, especialmente en los Estados Unidos. Con el sistema de Spencer, la english roundhand writing se convirtió en la escritura habitual de las escuelas americanas hasta que alrededor de 1900 fue sustituida por una nueva letra, una redefinición de la escritura inglesa propuesta por el también muy exitoso método de caligrafía acuñado por Austin Norman Palmer. Esta nueva fórmula trató de adaptar el pretencioso y anquilosado estilo copperplate al espíritu de los nuevos tiempos. Palmer propone una escritura sencilla, desnuda y utilitaria, resuelta con un trazo de grosor uniforme en la que desaparecen la modulación de sus trazos (shapes) y otros adornos superfluos, es decir, un uso eficiente de los trazos que los aproximaba a la braquigrafía, es decir la escritura abreviada.