Introducción

Biblia sacra, Vulgatae editionis, Sixti V Pontificis Maximi jussu recognita, et Clementis VIII auctoritate edita ; distincta versiculis, indicéque Epistolarum & Evangeliorum aucta

Encabezado del primer capítulo del Libro del Génesis, grabado calcográfico “Crescite et Multiplicamini” [Creced y multiplicad] realizado por el grabador Mathieu Ogier. En segundo plano, en el mismo ámbito que otras especies, se puede ver a una pareja de unicornios.

La Biblioteca Lafragua posee una importante colección de libros antiguos, muchos de ellos impresos entre los siglos XVI y XIX. Desde una perspectiva que nos permite contemplar aspectos asombrosos, admirables e inexplicables, en esta exposición descubriremos cómo se bosquejan los Animales Fantásticos y Maravillosos en las páginas de los libros de este acervo. Vale la pena señalar que no es posible establecer una clasificación estrictamente zoológica de estas criaturas, debido a sus características físicas entre las que se destaca su naturaleza híbrida. Al constituir una mezcla de diversos animales, estas bestias también están relacionadas con varios ámbitos a la vez, como el cielo, la tierra y el mar; por ello, tampoco es posible señalar una clasificación puramente espacial o que se apegue estrictamente a la simbología de la alquimia (fuego, aire, tierra, agua). Como veremos, algunos de estos seres, en general, transgreden fácilmente cualquier categorización. No obstante, para que resulte más amena la presente exhibición, hemos distribuido la presencia de los animales en tres grandes grupos: animales del aire, animales de la tierra y animales del agua.

Septimana philosophica : qua aenigmata aureola de omni naturae genere à Salomone Israelitarum sapientissimo rege, & Arabiae regina Saba, nec non Hyramo, Tyri principe, sibi inuicem in modum colloquii proponuntur & enodantur…<br />

Apartado “De animalibus” [los animales], con ilustración en grabado calcográfico en el que se aprecian, entre otros animales, un ave fénix, un unicornio, quizá un ave Roc y monstruos marinos, p. 155

Physica Curiosa, sive mirabilia naturæ et artis libri XII : comprehensa quibus pleraque, quæ de Angelis, Dæmonibus, Hominibus, Spectris, Energumenis, Monstris, Portentis, Animalibus, Meteoris, & Herbipoli

Frontispicio en grabado calcográfico hecho por Johann Jakob von Sandrart, 1655-1698. A simple vista se puede apreciar la convivencia de animales y seres fantásticos con la fauna conocida hasta entonces.

A lo largo de la historia, los animales “maravillosos o fantásticos” — a los que denominamos así para diferenciarlos de sus referentes naturales— han formado parte de la cosmovisión del ser humano, hasta el punto de considerarlos, en ciertos momentos, verdaderos. Como muestra de lo anterior, tenemos el testimonio de algunos historiadores y científicos naturalistas de la antigua Grecia y Roma, quienes afirmaban que era posible encontrarlos en tierras lejanas. Se pensaba, por ejemplo, que el Pegaso era natural de Etiopía; mientras, se aseguraba que los Grifos y el Unicornio provenían de la India, y que en ambos lugares se producían Dragones. De igual manera, se decía que el Basilisco era originario de Libia, que la Salamandra habitaba en el interior de las fundiciones de Chipre y que la Hydra tenía por morada el lago de Lerna.

En este recorrido bibliográfico el visitante, cual viandante asombrado ante las criaturas que observa en territorios desconocidos como los antes mencionados, apreciará criaturas aladas, como el ave Fénix y el ave Roc que fueron motivo de estudio en los textos especializados de historia natural; o bien, animales vinculados a la tierra, como el Unicornio y la Salamandra, los cuales fueron usados como insignia de una imprenta o un impresor. Finalmente, el encuentro con los monstruos marinos también es posible en esta exploración documental, pues son protagonistas de las leyendas de la Europa nórdica registradas en los libros de la selección que presentamos. Además, varios tratados, entre ellos los de emblemas, incluyen a la serpiente acuática de múltiples cabezas conocida como Hydra.