Pegaso
Los cuadrúpedos alados se forman a partir de la combinación de por lo menos dos poderosas bestias y, simbólicamente, dominan tanto el espacio terrestre como el celeste: con sus cuatro patas son capaces de trasladarse por la tierra y gracias a sus alas, idóneos para desplazarse por los cielos.
Pegaso que corre y vuela a modo de torbellino.
Entre sus particularidades más notables destaca su forma de caballo, sus alas de águila (aunque de mucha mayor envergadura) y su cabeza de fuertes cuernos. Según la mitología griega, Pegaso pertenecía a Zeus y nació a partir de la sangre derramada por Medusa, cuando Perseo procedió a cortarle la cabeza, como retoma Plinio en su texto.
Pegaso, según la descripción de Hesíodo, golpeó con su pata el doble monte del Parnaso e hizo surgir una fuente que fue llamada Hipocrene, donde Apolo, las musas, los poetas y las gentes de letras acuden a beber. Este episodio fue representado y adaptado, por ejemplo, en uno de los grabados xilográficos de la obra poética El Parnaso español de Miguel Ángel de Quevedo, colocando al insigne autor entre las nueve musas del mítico monte.