Las encuadernaciones mudéjares

Las encuadernaciones mudéjares o de tradición árabe, comienzan a aparecer a finales del siglo XIII y perduran hasta principios del siglo XVI, teniendo su mayor auge durante el siglo XV.

Como características más relevantes encontramos la utilización de la piel denominada Cordobán, piel de cabra de color rojizo oscuro, además del cartón como soporte de las tapas.

Algunas encuadernaciones, debido a su influencia árabe, contienen una estructura de cartera con una solapa en las tapas que sirve de protección, además de la aplicación del oro en la estampación, aunque sobre todo la encontramos en la última parte del siglo XV en Nápoles (Italia).

Las técnicas decorativas utilizadas más frecuentemente fueron el estezado o estampación en frío, el gofrado o estampación en seco y el dorado en menor medida.

Son característicos, hasta finales del siglo XV y primeros del XVI, el empleo de hierros sueltos con motivos cordiformes.

Materiales Expo encuadernaciones

Colección de hierros empleados en las encuadernaciones mudéjares

En cuanto a las estructuras decorativas empleadas en estas encuadernaciones destaca el empleo de las lacerías y los rosetones centrales, encontrando tres subtipos como son el modelo toledano, salmantino y catalán-aragonés.

Esquemas de estructuras de lacerías, modelo toledano (con rosetones) y modelo salmantino (con estructuras geométricas)

Otra estructura es la de bandas rectangulares, que consisten en encuadramientos rectangulares dispuestos del exterior hacia el interior, como los expuestos en el módulo subsiguiente.

Esquemas de estructuras de bandas rectangulares

Una estructura más es la denominada de bandas oblicuas, que se caracteriza por presentar un encuadramiento exterior seguido de una o dos bandas tiradas de esquina a esquina, dividiendo la tapa en dos o cuatro triángulos (aspas). En la Biblioteca Lafragua se albergan dos ejemplares con esta estructura de bandas oblicuas dispuestas en aspas que se pueden apreciar en el cuarto módulo.

La cuarta estructura en las encuadernaciones mudéjares es la denominada de rectángulo partido, en que la tapa se divide en dos, tres, cuatro, seis u ocho compartimentos, dentro de los cuales observamos dos subtipos: uno es el que contiene motivos centrales (estrella, círculo…) dentro de cada compartimento ornamentados con hierros sueltos mudéjares y otro subtipo que consiste en la ornamentación de cada compartimento con pequeños motivos sueltos.

La última estructura decorativa mudéjar es la denominada de motivos centrales que consiste en la ornamentación de la tapa mediante un círculo, una estrella, un rombo… en la parte central formada mediante hierros sueltos mudéjares.

En la Biblioteca Lafragua disponemos de encuadernaciones mudéjares con bandas rectangulares y bandas oblicuas, además de encuadernaciones con motivos mudéjares y renacentistas. Una muestra representativa de ellas se podrán apreciar en los siguientes módulos expositivos.

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