Las encuadernaciones mudéjares de bandas oblicuas

Sig. BUAP-BJML FD 10444

Encuadernación mudéjar de bandas oblicuas realizada a partir de 1525.

Las tapas son de cartón recubiertas de piel color marrón, con tres nervios de piel curtida al alumbre y alma de las cabezadas de cordel de fibra vegetal. Los nervios son sencillos, brotados y encartonados con una costura a punto seguido.

La ornamentación de las tapas es simétrica y se inicia con una primera orla de rombos encadenados cordiformes, seguida de dos ruedas con los mismos elementos dispuestas en aspa en el centro, formando una ornamentación de bandas oblicuas, flanqueadas por una rueda de tres hilos, el central más grueso, todo ello gofrado. Los contracantos están decorados con una rueda gofrada de un solo hilo. Los nervios están decorados con una paleta de un hilo y los entrenervios con una paleta de tres hilos, el central más grueso, a cada lado de los nervios. Los cortes están pintados de color rojo. En el corte superior observamos una marca de fuego del oratorio de San Felipe Neri de Puebla y en la portada presenta una anotación manuscrita de propiedad, tachada, de la que alcanza a percibirse la leyenda “del Collegio de la [Compañía] de Jessus”.

Sig. BUAP-BJML FD 10465

Encuadernación mudéjar de bandas oblicuas realizada a partir de 1536.

Las tapas son de cartón recubiertas de piel color marrón, con tres nervios y alma de las cabezadas de cordel. Los nervios son sencillos, brotados y encartonados con una costura a punto seguido. 

La ornamentación de las tapas es simétrica y se inicia con una primera orla de eses enlazadas cordiformes, seguida de dos ruedas con los mismos elementos dispuestas en aspa en el centro, formando una ornamentación de bandas oblicuas, flanqueadas por una ruedas de tres hilos, el central más grueso, todo ello gofrado.  Los contracantos están decorados con una rueda gofrada de un solo hilo. Los nervios están decorados con una paleta de dos hilos y los entrenervios con una paleta de tres hilos, el central más grueso, a cada lado de los nervios. 

En el corte superior observamos dos marcas de fuego del Convento de San Agustín de Puebla.