El infierno y sus lugares II. El infierno en la imaginación
La representación del infierno en libros para la reflexión sobre las acciones personales para alcanzar el cielo o la condena tenía una función muy clara vinculada con la imaginación y con la capacidad de construir mentalmente, a partir de las descripciones escritas y las imágenes presentadas, el ataque que sufrirían los sentidos al llegar a este lugar.
La imagen elegida para ilustrar esta idea proviene de una edición de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola, obra que tenía como objetivo mostrar el modo de “examinar la conciencia, de meditar, de contemplar, de orar mental y vocalmente, y de otras espirituales operaciones, con que se ejercita el ánima”. Por esta razón, la reflexión en torno a la naturaleza del infierno era básica. Para el quinto Ejercicio, relacionado con la “contemplación del infierno”, era necesario usar el “ojo de la imaginación” para “imaginar una gran concavidad, que hay cerca del centro de la tierra, llena de fuego y humo de piedra azufre, donde están los condenados”.
Grabados calcográficos
Ignacio de Loyola (Santo), 1491-1556.
Exercitia spiritualia S.P. Ignatii Loyolae fundatoris Ordinis Societatis Iesu ; ...
Antuerpiae [Amberes] : Apud Viduam Henrici Verdussen, 1733
Referencia: 15615
Posteriormente, pide que se use nuevamente la imaginación para mirar el fuego infernal, escuchar las blasfemias contra Cristo y los gritos de este lugar para dar paso al olor del azufre y putrefacción, probar las lágrimas y cosas amargas, además de sentir el fuego. Todo esto con el fin de convencer al lector de alejarse de las obras que en vida lo lleven hacia este lugar de sufrimiento.
El último grabado concuerda en esencia con lo que podemos leer en la obra El infierno abierto, al christiano, para que no cayga en él, del jesuita italiano Paolo Segneri (1624 - 1694). Teniendo como inspiración la obra ignaciana de Los Ejercicios, Segneri despliega, a lo largo de su texto, una pormenorizada descripción del infierno y sus penas. En esta obra, impresa en la Puebla virreinal en un par de ocasiones, podemos leer descripciones que dialogan con la imagen expuesta, por ejemplo:
La lóbrega oscuridad,
de esta Cárcel; sus prisiones
y sus grillos, son pensiones,
que forja la libertad.
O cuanta es la ceguedad!
de el que apetece un tormento;
en que incesante el lamento,
llorará en cárcel oscura,
que lo echó a prisión tan dura
el desahogo de un momento!
Apartado “Las tinieblas”, páginas 14 y 15 de
Paolo Segneri (S.I.), 1624-1694.
El infierno abierto, al christiano, para que no cayga en el,: o consideraciones de las penas, que allá se padezen, propuestas... para los siete dias de la semana
En la Puebla de los Angeles : por la Viuda de Miguel de Ortega, en el Portal de las Flores, 1729.
Procedencia: Convento de San Antonio (Puebla, Puebla)
Referencia: 17668
Se ha seleccionado la descripción de Segneri de LAS TINIEBLAS para que se haga un ejercicio de comparación entre este texto y el grabado de Los Ejercicios y se descubra la fuerza de la concepción del infierno que fue construida con el paso de los siglos y que hoy damos por cierta.
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Las descripciones del infierno realizadas por santas, místicas o alumbradas que visitaron este lugar y vivieron con todos los sentidos la lúgubre experiencia, fueron también publicadas para fortalecer la conciencia de las acciones en vida que permitieran evitar que el alma acabará en la eternidad sufriendo las penas infernales.
Así, podemos leer la descripción que hizo santa Teresa de Ávila de la experiencia que tuvo en el infierno, al que llegó sin saberlo, y de la que escribió:
“Entendí que quería el Señor, que viese el lugar, que los demonios allí me tenían aparejado, y yo merecido por mis pecados; ello fue en brevísimo espacio, mas aunque yo viviese muchos años, me parece imposible olvidárseme”
Páginas 4 y 5 de
Francisco de la Cruz, (O.C.D.).
Terzera palabra vitanda aplicada al Infierno ; se dedida por el autor a la Serafica Madre S. Teresa de Iesus, Fundadora de la Religion Descalza del Carmen.
En Napoles : por Marco antonio [sic] Ferro, 1681.
Referencia: 31543
Así, la intención es que la experiencia leída se quede en la memoria del lector y le sirva como recordatorio de la necesidad de seguir por el camino del bien. Esta misma intención de memorizar tenía en la imagen impresa otro soporte más para fortalecer el objetivo de estos libros.