Formas y representaciones del diablo II. La serpiente antigua / El dragón

Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre.

La monumental obra del suizo Johann Jakob Scheuchzer (Zurich, 1672-1733), Física sacra o historia natural de la Biblia es un espectacular ejemplo del trabajo editorial para armonizar texto e imágenes con el objetivo de transmitir conocimiento, a través de las reflexiones científicas en torno a pasajes bíblicos.

El autor hace una reflexión en torno al texto del evangelista Mateo en el que describe la tentación del diablo a Cristo, después de haber ayunado 40 días en el desierto. Al respecto explica las reacciones fisiológicas después de esos días sin alimento, vinculando el conocimiento científico de la época con la vida de Cristo.

Además de lo extraordinaria vinculación entre ciencia y textos bíblicos a lo largo de la obra, cada análisis del autor fue acompañado con grabados de gran calidad que incluyen marcos con una gran cantidad de elementos simbólicos relacionados con las ideas expuestas.

La imagen aquí seleccionada está inspirada en el tercer y cuarto versículo del capítulo 4 de Mateo:

3 Y el tentador, acercándose, le dijo: «Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes».

4 Jesús le respondió: «Está escrito: "El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”».

Physique sacrée ou, Histoire-naturalle de la Bible : tome huitieme / traduite du latin de Mr. Jean- Jaques Scheuchzer ... ; enrichie de figures en taille-douce, gravées par les soins de Jean-André Pfeffel ...

Lo que llama nuestra atención es la forma en que el grabador decidió representar el diablo, alejada a cualquier otra representación conocida del mismo pasaje bíblico en el que la figura humana del Príncipe de las Tinieblas es la que se elige para dialogar con Cristo.

Aquí vemos una representación monstruosa que mezcla un torso humano con un rostro felino en los que los miembros inferiores han sido reemplazados por el aparente cuerpo de una serpiente con protuberancias. Los significados de estos elementos pueden ser encontrados en la explicación de los nombres de los demonios dentro de esta exposición. Esta quimérica forma del diablo tiene sentido en esta parte de la obra dedicada al Evangelio de San Mateo, ya que páginas atrás, cuando analiza el versículo 7 del capítulo 3 (Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo: «Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca?), el autor acompañó su análisis con láminas que describen, a manera de libro de zoología, varias especies de serpientes, lo que muestra el carácter analítico y novedoso del autor y de las imágenes que acompañan los textos.