10. La relación editor-público

Hemos visto que la edición de calendarios fue una actividad fundamental para muchos de los editores durante el siglo XIX en México. No sólo por la alta demanda que éstos representaron, sino por los deseos de aumentar sus ganancias en las imprentas. Por ello, hay un actor que indiscutiblemente tuvo un papel relevante en la factura de estos impresos. Ese actor fue el público. No por nada, estas publicaciones buscaron siempre captar el interés y establecer un vínculo con los lectores.

Décimo Calendario de Cumplido para 1845

Quizás uno de los mejores ejemplos de lo anterior es un texto titulado: “Al público”, mismo con el que Ignacio Cumplido dio inicio a su Calendario para 1845. Para atraer a los receptores, el jalisciense relató la historia de la tipografía en el país. En ésta enfatizó “sus esfuerzos e impulso” que ha dado para el establecimiento de: “una imprenta que pudiera ser digna de México”.

Cumplido no sólo dio a conocer las prensas que trajo desde el extranjero (las mismas que aparecen representadas en grabados), también comunicó a sus receptores que su cometido es: “generalizar los conocimientos útiles entre todas las clases del pueblo”, aunque se abaraten las impresiones. Además de agradecer al público, se disculpaba por el incremento de los precios en algunas obras.

Décimo Calendario de Cumplido para 1845
Primer calendario de José María Macías para el año de 1849. Arreglado al meridiano de Puebla.

Otros ejemplos similares son los avisos que José María Macías dirigía al principio de su almanaque. En su texto “Al público” en el Calendario de 1849, el poblano realizó dos cosas. Por un lado, empleó tácticas de ventas al señalar que en Puebla no existían calendarios: “compitiendo en mérito y belleza con los que envían de la capital”. De tal suerte que, para atraer a una posible clientela, hizo énfasis en las novedades que implementaría tales como: “el número de páginas y los grabados”. Por otro lado, Macías intentó establecer un lazo de confianza con el público al señalarle las mejoras que estaba llevando a cabo en su negocio para equipararlo con los de la capital.

 

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Esta correspondencia entre editor-cliente también es perceptible en los remitidos publicados en los calendarios de Cumplido. Un caso interesante se incluyó en su impreso en el que el autor del remitido no sólo solicitó al editor que se insertaran unos apuntes para que los mexicanos hablen correctamente, sino que también utilizó el espacio para elogiar el trabajo del jalisciense. Editores como Cumplido publicaron este tipo de artículos para responder a las solicitudes de los clientes, pero también para mostrar las opiniones favorables sobre su persona y su trabajo.

Decimocuarto Calendario de I. Cumplido. Año 1849

 

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Quinto calendario de la Purísima Concepción arreglado al meridiano de Puebla para el año de 1886.

Como hemos visto, una estrategia que los editores consideraron indispensable para atraer al público por medio de sus calendarios, fue la inclusión de sus anuncios publicitarios. Figuras como Manuel Murguía en México o M. Corona en Puebla difundieron su negocio en el que ofrecieron sus obras y otros tipos de productos. A través de breves frases en las que prometían calidad, bajos precios, limpieza y rapidez, los editores intentaron persuadir a los lectores para lograr mayores ventas.

No obstante, una de las novedades que seguramente resultó muy atractiva para el lector fue la inserción de grabados y litografías en los calendarios y, por ende, en otras obras. Es por ellos que muchas veces los negocios de los editores no sólo estuvieron a cargo de los trabajos de tipografía, sino que también tuvieron que implementar un taller litográfico. Si bien es cierto, cuando no hubo esa posibilidad, se adquirían las ilustraciones por fuera o en todo caso se realizaban “contratos de compraventa” con los dibujantes-litógrafos.

Ignacio Cumplido representa un ejemplo de lo anterior, quien mantuvo una fuerte relación de trabajo con el francés José Antonio Decaen, editor del álbum México y sus Alrededores. Decaen, muy reconocido en el ámbito editorial, elaboró litografías como “Honor al valor desgraciado” y “Regreso a la Isla Elba” incluidas en el Calendario para 1844 de Cumplido.

Decimocuarto Calendario de I. Cumplido. Año 1849

Las estampas que representan algunos episodios históricos en los que participó Napoleón Bonaparte y personajes como “El Colono Norteamericano”, no sólo evidencian la gran calidad del dibujo y el trabajo litográfico de Decaen, sino también la importancia que las imágenes empezaron adquirir frente a los textos publicados en los calendarios.

Decimocuarto Calendario de I. Cumplido. Año 1849
10. La relación editor-público