2.2 El escenario del químico: la especialización del lenguaje
Símbolos y caracteres químicos
La Chimye como solía aparecer escrito en los textos franceses, proviene del latin quimia que a su vez proviene del Árabe kimiya, del griego khêmia (tierra negra o magia negra). Otra interpretación es que proviene de Khemeia del griego khumos (jugo de una planta) de modo que khemeia se considera como "el arte de extraer los jugos".
La simbología química precede por mucho a sus principios modernos, por ejemplo, la relación entre los metales y los planetas creó una serie de símbolos basados en la astrología. Los alquimistas emplearon abreviaciones de determinadas palabras, representaciones simplificadas de los objetos o pictogramas que se empleaban para designar operaciones e instrumentos como el baño maría o el alambique.
Desde los siglos XVI y XVII muchos de estos símbolos aparecen en obras médicas y farmacéuticas, así como en tratados sobre diversos oficios, y finalmente ocupar un papel importante en los primeros manuales de química del siglo XVIII. Tal es el caso de la tabla que aparece en el famoso Curso de Química publicado por Nicolás de Lemery de mediados de siglo.
Por su parte La Enciclopedia nos ofrece una amplia simbología que incluye elementos, compuestos y procesos químicos, tal como se acostumbraba en las obras de la época, cada autor elaboraba y proponía una versión propia de símbolos y significados.
Los elementos representados por triángulos con diferente orientación y una barra que permite diferenciarlos se asociaban con elementos “específicamente ligeros” (el aire y el fuego), que son representados por triángulos con vértices que apuntan hacia arriba, y elementos “específicamente pesados” (el agua y la tierra), con vértices hacia abajo.
Los metales tan recurrentes en las interpretaciones aparecen representados por los símbolos astrológicos de los planetas: el oro con el Sol; la plata con la Luna; el plomo con el planeta Saturno, etc.
Caracteres de Chymie, grabados calcográficos en el capítulo Le Chymie, Planchas I-IV
Encyclopédie, ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers.
Tomo 24. Recueil de Planches, sur Les Sciences, Les arts Liberaux, et Les Arts Mechaniques...
París, 1763
Referencia: 48318
Al poner atención en cierto detalles, se podrá observar que figuran elementos químicos como el amoniaco, el mercurio o el antimonio. Este último conocido desde la Antigüedad en sus diversas combinaciones naturales, se empleaba en cosmética y en medicina, aunque sus virtudes terapéuticas fueron muy controvertidas. Entre los derivados que se empleaban en los antiguos laboratorios químicos figura el mercurio en diferentes estados, la "manteca de antimonio" (un cloruro), los "polvos de Algaroth" (una mezcla de óxidos y oxicloruros) y las "flores de antimonio" (sulfuros). La obtención del antimonio metálico es muy antiguo, denominado bajo el apelativo de "régulo" que significa "pequeño rey", generalmente empleado para designar sustancias con aspecto metálico obtenidas mediante reducción. De ahí que su representación simbólica sea una especie de corona.
Como se ha dicho antes, los símbolos astrológicos de los planetas se aplicaron a la representación de los metales con el mismo nombre, como en el caso del Mercurio y sus diferentes derivados, en los que se aprecian variaciones al mismo ícono:
Mercure (Mercurio)
Mercure d’Antimoine (Antimonio de Mercurio)
Mercure Précipité (Mercurio precipitado)
Mercure de Saturne (Mercurio de Saturno)
Mercure Sublimé (Mercurio sublimado)
Mercure de Vie (Mercurio de la vida)
Variaciones que no son fortuitas sino que expresan instrumentos o procedimientos específicos mediante el agregado de otros signos.
También aparecen símbolos asociados con instrumentos, como la retorta, usada para la destilación de plantas medicinales o el Crisol cuya función fue depositar elementos o sustancias que debían ser sometidos a altas temperaturas, ya sea de porcelana o barro, en ellos se colocaban compuestos químicos para calentar, fundir, quemar ó calcinar sustancias.
Algunos símbolos se encuentran asociados con operaciones químicas como amalgamar, calcinar, destilar, purificar, sublimar, baño de vapor o baño maría etc. Muchos de estos estaban integradas por una suerte de pictogramas y abreviaturas, letras unidas que formaban un símbolo distinto.
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Los trabajos de Antoine Laurent Lavoisier, Antoine Fourcroy y Claude Louis Berthollet fueron decisivos para la principal propuesta de reforma terminológica definales del siglo XVIII contenida en el Méthode de nomenclature chimique coordinado por Louis-Bernard Guyton de Morveau (1737-1816).
Publicada en 1787, además de sus memorias y propuestas terminológicas, la obra incluyó una reforma en los símbolos químicos realizada por Jean Henri Hassenfratz (1755-1827) y Pierre Auguste Adet (1763-1834). Esta propuesta comenzaba con una crítica al estado de confusión que habían producido los símbolos empleados por los químicos hasta ese momento.
Los desarrollos descritos anteriormente fueron fuente de inspiración para las modernas fórmulas químicas del siglo XIX, cuya creación suele atribuirse al químico sueco Jacob Berzelius (1779-1848). En sus primeras propuestas, los elementos eran representados por la primera y/o segunda letra de sus nombres latinos y a los compuestos se los representaban por las letras de los elementos a los que se agregaba un número para indicar la proporción en la que se combinaban.
Finalmente, en el siglo XIX la tabla de elementos químicos propuesta por el investigador ruso Dmitri Ivanovich Mendeleyev en 1869, reemplazó en su totalidad las antiguas simbologías. La Tabla Periódica es en la actualidad, una herramienta fundamental para la química, la biología y otras ciencias naturales, la cual se actualiza con el pasar de los años, conforme aprendemos más sobre las propiedades de la materia y las relaciones entre los elementos.