3.4 Antoine François, Conde de Fourcroy (1755-1809)
Antoine François, Conde de Fourcroy (1755-1809) doctor en medicina de la Real Academia de las Ciencias de París, que por su gran inclinación a la materia se convirtió en uno de los químicos más sobresalientes de su época, impartió catedra como profesor de química en el Real Jardín Botánico y en la Real Escuela Veterinaria de París e incluso participó como censor real.
Discípulo de Pierre Joseph Macquer y sucesor en su catedra, participó como diputado a la Convención Nacional en la Revolución francesa. Su adopción de las nuevas interpretaciones de la química fue fundamental, ya que esto le permitió ser considerado como un personaje progresista y participar en las reformas educativas que tuvieron lugar durante la Revolución.
Los textos publicados por Fourcroy fueron vehículos decisivos para la amplia difusión de las nuevas concepciones sobre la química. Destaca el hecho que en su momento, dichas publicaciones fueron incluso más populares que las propias obras de Lavoisier, ya que tuvieron una amplia difusión en toda Europa.
Elementos de Historia Natural y de Química, traducción de la quinta edición de 1792 impreso en 1795 en 3 tomos, es un conjunto metódico de los conocimientos químicos que se tenían en la época y contrasta con algunas opositoras contemporáneas.
*Ésta y las imágenes subsiguientes proceden del tercer tomo de la edición en castellano:
Fourcroy, Antoine-François de, comte, 1755-1809
Elementos de Historia natural y de química / por M. de Fourcroy, de la Real Academia de las Ciencias de París, Doctor en Medicina de aquella facultad, de la Real Sociedad de Medicina y de la de Agricultura, profesor de química en el Real Jardin Botánico, y en la Real Escuela Veterinaria Censor Real, &c. ; traducidos de la quinta edicion del año de 1792 por D.T.L. y A.
Tomo III
Madrid : [editor no identificado], 1795
Referencia 24593
Como puede apreciarse en el índice de su obra, Fourcroy abordó la ciencia química de los minerales, vegetales y animales, ya que para el siglo XVIII la química trastocaba el mundo de los botánicos y naturalistas de la época, así como las propiedades físicas de la materia. Sin lugar a duda, esta obra nos remite a la forma interdisciplinaria en que se entendía y escribía la ciencia durante el siglo XVIII.
Los conocimientos más antiguos derivados de la química se encuentran en su apartado de estudio de los sustratos, herramientas, tintas, pigmentos, pinturas, aglutinantes, combustibles, lubricantes, disolventes, estabilizadores, barnices, adhesivos etc.
La influencia de los autores europeos fue enorme, llegando a impactar en las políticas sanitarias, los métodos pedagógicos, y las concepciones científicas del siglo XIX en México. A través del Tratado elemental de química organizado de Lavoisier, los trabajos de Fourcroy junto con L. B. Guyton de Morveau y Claude Louis Berthollet, se desarrollaron un nuevo método de terminología química que estableció las bases de la nomenclatura química moderna. Se sistematizó, agrupó y desarrolló un lenguaje mayormente científico.
El lenguaje propio de la química se fue transformando, las fórmulas químicas vieron la luz gracias a éstos trabajos iniciales, nomenclaturas ordenadas y simbologías modernas las cuales fueron cruciales para la constitución de la química como una ciencia moderna.
Consecuencia de su formación y pasión por la química, Fourcroy fue uno de los autores que más trabajó en la aplicación de la nueva química tanto para la renovación de la práctica como de la teoría de la medicina. Antoine Fourcroy pensaba que la aplicación de la nueva química a la medicina la transformaría, y en efecto gracias a sus trabajos y difusión, la consolidación de la Química analítica fue una realidad.
Fourcroy investigó las propiedades terapéuticas del oxígeno y realizó numerosos análisis elementales de varios fluidos y sólidos del cuerpo humano, procedente de individuos enfermos o sanos, con el objetivo de obtener información sobre las características de diversas enfermedades, sobre las que basar la búsqueda de posibles tratamientos para las mismas.
Junto con su discípulo, Nicolas Vauquelin, analizó numerosos cálculos urinarios, lo que le condujo al aislamiento de la urea y al estudio de sus propiedades.